<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=768842260934577&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">

Tras casi dos años de pandemia son pocos los que ponen en duda que la transformación digital del sector de la salud ha llegado para quedarse. La necesidad imperiosa de ofrecer servicios no presenciales y la urgencia de mejorar la gestión en un momento de saturación del sistema sanitario han sido los catalizadores definitivos para un cambio de paradigma anunciado hace años.

A continuación, detallamos algunas de las tendencias en salud digital que serán protagonistas durante este año 2022 que justo empezamos:

 

1. Monitorización digital: datos propios de salud

Los wearables, dispositivos capaces de medir datos biométricos y de salud, cada vez son más pequeños, más precisos y más inteligentes. Y el rapidísimo avance tecnológico, tanto en el desarrollo de estos dispositivos como de su software, permite que hoy cualquiera pueda recopilar información diaria útil para el seguimiento de su estado de salud.

Según el informe “Predictions TMT 2022” de Deloitte en 2022 se llegará a los 330 millones de dispositivos portátiles de salud, una cifra espectacular que casi llegará a los 500 millones en 2024.

Aunque es evidente que esta “explosión” en la obtención de datos de salud debe ser tomada con cautela (su valor como diagnóstico médico debe ser validado siempre por los profesionales de la salud), también es cierto que gracias a la potencia de cálculo y análisis del software la precisión es cada vez mayor, y por lo tanto su utilidad debe ser considerada seriamente por las autoridades sanitarias, para que puedan ser correctamente integrados en las bases de datos sanitarios de cada paciente, ayudando así al seguimiento y monitoreo a tiempo real, especialmente de pacientes crónicos. 

Por ejemplo, Lynx utiliza sensores inerciales para facilitar a los fisioterapeutas y médicos rehabilitadores la evaluación funcional de pacientes con problemas músculo esqueléticos.

 

2. Big Data médico: el reto de la privacidad y la seguridad

Una de las consecuencias de la digitalización de la salud es el aumento exponencial del volumen de datos médicos. Y en paralelo a las enormes posibilidades que se abren para el presente y futuro de la medicina, uno de los retos más urgentes es el de asegurar la privacidad y seguridad de los datos personales.

Más allá de los intereses económicos, las autoridades competentes deben trabajar para que el acceso abierto y la interoperabilidad de datos médicos (imprescindible para el avance científico), no comprometa el derecho a la privacidad.

big data medico

En Europa ya se están dando pasos en este sentido, y uno de los objetivos de la Comisión Europea para el periodo 2019-2025 es la creación de un espacio europeo de datos sanitarios que facilite el intercambio garantizando el cumplimiento de la RGPD en todos los países miembros.

Al mismo tiempo, el aumento de ciberataques que afectan a los sistemas de salud incrementa la necesidad de que las infraestructuras de salud (dispositivos y software) refuercen sus protocolos de seguridad para evitar la fuga de datos sensibles.

 

3. Cloud computing e inteligencia artificial: potencial de presente y futuro

El valor y potencial real de la gran cantidad de datos médicos disponibles depende de su correcta gestión y análisis, y ahí es donde entran en juego tecnologías como la inteligencia artificial o el cloud computing. 

La capacidad de la inteligencia artificial es muy amplia en el ámbito de la salud, y va desde el desarrollo más rápido de nuevos fármacos gracias a mejores simulaciones hasta la comprensión más precisa y útil de los datos médicos, facilitando la toma de decisiones médicas y tratamientos más efectivos.

El cloud computing facilita el acceso y el intercambio de datos médicos en tiempo real. Usando supercomputadoras, puedes acelerar el análisis y procesamiento de datos a cualquier equipo de investigación, evitando la necesidad de invertir en costosos equipos informáticos.

 

4. Telemedicina: más allá de la atención telemática

La telemedicina ha dado grandes pasos en los últimos meses de pandemia, al evitar los riesgos de la presencialidad y permitir seguir ofreciendo atención médica a distancia. Y lo cierto es que son muchos los que se han acostumbrado a la comodidad de poder resolver dudas y ser atendido desde su casa, lo que ha aumentado la confianza y la satisfacción con la telemedicina

Telemedicina

Pero más allá de las videollamadas o los chats entre pacientes y profesionales médicos, la telemedicina debe incorporar software profesional de seguimiento del paciente y, sobre todo, un control de todo el proceso para convertirse en una verdadera alternativa a la práctica presencial.

Durante la pandemia, los profesionales de rehabilitación se han beneficiado de estos nuevos modelos asistenciales. Por ejemplo, con la telerehabilitación los profesionales pueden diseñar ejercicios terapéuticos y seguir la evolución de los pacientes de forma remota. De esta forma, pueden incluir más pacientes en su servicio de rehabilitación.

Rehub pain evolution

Otros profesionales combinan la terapia digital con la terapia presencial, especialmente para pacientes que no son demasiado digitales o no se sienten tan cómodos con las nuevas tecnologías. Un gran caso de uso de este modelo asistencial es el Hospital Vall d'Hebron, que está utilizando los servicios de telerehabilitación para reducir las listas de espera de pacientes con problemas musculoesqueléticos crónicos.

 

5. Automatización: incremento de eficiencia en la gestión sanitaria

Cuando un paciente necesita buscar tratamiento o diagnóstico a través de varios departamentos o instalaciones, la transferencia de datos del paciente puede generar cuellos de botella. Por otro lado, un estudio revela que el 65 % de los médicos se sienten más sobrecargados de trabajo hoy que cuando comenzaron su carrera, en comparación con el 13 % de los médicos que se sienten menos sobrecargados de trabajo.

Con la automatización, los profesionales de la salud pueden reducir los errores humanos. También ahorra tiempo, reduce el trabajo administrativo y mejora la eficiencia. Estas ventajas ayudarán a proporcionar tratamientos más efectivos y los profesionales de la salud tendrán herramientas adicionales para analizar, diagnosticar y tratar a sus pacientes.

Un buen ejemplo es el trabajo administrativo. Aunque es fundamental para el buen funcionamiento del sistema sanitario, requiere muchas horas. Ahí es donde entra la digitalización. Muchos profesionales ya utilizan la automatización en la recepción. En algunas clínicas, los pacientes pueden registrarse sin necesidad de interactuar con una recepcionista. Simplemente pueden firmar los formularios necesarios electrónicamente en una tablet